Capitulo 39.

-          Perdoname hermosa, entiende que no puedo ser malo con las fans- suplicaba.

Por fin respondiste despues de muchos imploros, te alejaste de el y te dirigiste al sillón, el te siguió.

-          Re, entiéndeme, porfavor. Jamás te haría eso, y menos con una fan.- te suplicaba.

Tu no aguantaste y se te empezaron a salir las lagrimas incontrolablemente, el no supo que hacer y se quedo perplejo viéndote, comenzaste a llorar incontrolablemente y Paul te abrazo, tu no podias parar de llorar hasta que te quedaste dormida, Paul no supo que hacer ni decir en ese tiempo que solo te abrazo. Estabas dormida y Paul se retiro.

A la mañana siguiente amaneciste en el sillón con una almoada acomodada perfectamente en tu cabeza y con el saco de Paul cubriéndote. Tu recordaste lo que había pasado el dia anterior y te enojaste mas porque Paul te dejo ahí.

Subiste con mucho trabajo a bañarte y no desayunaste y te fuiste a la escuela, ese dia fue pésimo, no pudiste dejar de pensar en que Paul te había dejado.

Paso toda la semana y no viste a Paul, esa semana fue la peor, no podias dejar de pensar en Paul, y estabas muy decepcionada, te sentiste utilizada, solo pensabas en como no te pudiste haber imaginado que un famoso no iba a hacer eso, confiaste en un famoso, lo peor que habías hecho.

Ya para el viernes estabas resignada a que jamás volverias a ver a Paul y ya habías superado un poco el hecho de que el te hubiera abandonado con solo un saco de recuerdo, asi que te dio igual todo el asunto de Paul y decidiste ir con Nicole en la noche a un pub a bailar.

Te arreglaste mucho ese dia, lucias muy bien, usabas un vestido con un poco de vuelo y zapatos sin tacon, un sueter ligero encima y un moño con puntos blancos grandes, usaste muy poco maquillaje pero mucho labial rojo. Bajaste al teléfono para hablarle a Nicole para que ya pasara por ti y viste que había una nota ahí, no la habías visto durante todo este tiempo ya que no habias contestado el teléfono en toda la semana, ya que sabias que era Paul, porque nadie mas te llamaba mas que el y no le querías dirigir la palabra.