Ambos se dirigieron a la orilla del mar y ahí les llegaba a los dedos de los pies el agua, estaba tibia, y esa noche no hacia nada de frio, era perfecta. Paul comenzó a besarte, tu lo seguías, lo hacias un poco desesperadamente, pero no te importo y seguiste.
- Perdon- le dijiste a Paul en lo que alejabas tu boca de la suya.
- De que? – pregunto Paul y te volvió a besar.
- No me se controlar. – respondiste.
Paul solo rio y te beso de nuevo.
- Pero a mi no me molesta- respondió Paul.
Comenzaste a reir y lo seguiste besando, después de un rato de no separar sus bocas, te alejaste y el te dijo
- Te amo
- Yo también Paul- le contestaste.
- Te quiero preguntar algo – dijo Paul
- Lo que quieras – respondiste sin imaginarte cual era la pregunta
- Quieres ser mi novia? – pregunto con tranquilidad viendo tu boca, acercándose a ti.
Te quedaste ahí sin saber que decir, pero por fin reaccionaste.
- Por supuesto que si Paul- dijiste con mucha naturalidad pues no querías verte emocionada o desesperada.
El sonrio y te alzo, y te comenzó a besar, tu no pudiste evitar reir y sonreir, te bajo y te siguio besando con mucha ternura, en ese momento, sentiste como sus manos tocaron tu cintura y te pusiste muy nerviosa y feliz a la vez, y sonreíste, sentiste como te seguía besando en lo que sonreías. Despues de mucho tiempo el alejo su boca de la tuya y beso tu frente.
- Ya se hizo un poco tarde Re- el había comenzado a decirte Re de cariño desde hace poco tiempo, cada vez que decía eso te volvia loca.
- Que hora es Paul? – preguntaste recargada en su pecho abrazandolo.
- Las 9:30. – respondió Paul
- 9:30! A mi me pareció como cinco minutos! – dijiste con tristeza.
- A mi igual, pero mañana estare todo el dia contigo – te dijo dulcemente Paul con una gran sonrisa en el rostro.
- Esta bien- respondiste.
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