lunes, 20 de diciembre de 2010

Capitulo 35.

-          Que bien luces- dijo Paul.
-          Gracias, aunque casi no le tome importancia en arreglar me hoy- mientras lo decias veias al piso sonriendo.
-          No seas modesta- Paul se rio y te jalo hacia el.
Te comenzó a besar con muchísima ternura, tu solo acariciabas su cara lentamente con una sola mano mientras te sostenías en su pecho con la otra, el te sostenía de tu cintura suavemente, el era muy tierno contigo. Sentias como su boca se curveaba mientras te besaba, y abrias tus ojos, y efectivamente, estaba sonriendo. Paraste de besarlo y recargaste tu cabeza en su pecho viendo hacia el suelo, el comenzó a reir y tu también reias con un poco de pena, pero a la vez estabas muy feliz de que Paul estuviera ahí contigo, el te abrazo en lo que reian. Recargo su cabeza en la tuya y nadamas sentías su respiración. En ese momento tenias las ganas de lanzarte sobre el y comenzar a besarlo, pero no podias.

Despues de unos minutos de estar ahí con Paul abrazandote recargado sobre tu cabeza, el dirigió su cara hacia la tuya y sentiste su respiración en tus orejas y mejillas.
-          Ya quieres que te lleve nena? – pregunto Paul con dulzura.
Guardaste silencio, pues no querías que ese momento terminara. Volteaste a verlo y no tuviste que moverte mucho para encontrar sus labios, el se adelanto y beso tu frente, fue bajando por tus mejillas hasta llegar a tu boca, te dio un dulce beso, no tan largo como el anterior, pero era hermoso.
Cerraste tus ojos y te apartaste de el. El te vio de nuevo de pies a cabeza y tu solo le sonreíste amablemente. Tomaste tu saco y mochila y cerraste la puerta, Paul de inmediato se acerco a ti para tomar tu mochila y ayudarte y también ayudo a ponerte tu saco, tu se lo agradeciste con una sonrisa enorme y el te beso a mejilla. Se dirigieron al coche, te ayudo a subir y dejo la mochila en la cajuela del coche, el subió y tu veias cada movimiento que hacia, no lo hacias apropósito, simplemente tu eras asi. El te sonrio, te tomo de tu barbilla, y te dio un corto pero lindo beso, se alejo suavemente y encendio el coche. Se dirigió a tu escuela y en todo el camino tu solo observabas como conducía, se veía guapísimo y de vez en cuando volteaba y te sonreía o simplemente reia suavemente, tu no reaccionabas, solo lo veias con cara de amor.

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