Capitulo 56.

En el camino te venia haciendo reir mucho y cada vez que había un alto el se acercaba a ti y te besaba. Llegaron a la escuela y te dejo, se despidió con un beso en el cuello y eso hizo que no dijeras ni una palabra mas. Ya en la escuela, como por la tercera hora leiste la carta que Paul te había hecho, era muy simple, era un papel común y corriente con su hermosa letra cursiva que decía ‘’Estos tres meses han sido los mas felices de mi vida, te amo.’’ Simples palabras que te hicieron sentir como una diosa.

Estabas un poco apenada de traer las flores todo el rato en la escuela, asi que las dejaste en tu casillero y al final del dia fuiste por ellas, por suerte no se estropearon, si no te hubieras sentido muy mal. No sabias si Paul te recogería asi que fuiste en busca de un camión y de pronto sentiste como alguien llego por detrás y te abrazo.

Esa respiración hizo que te pusieras nerviosa, obviamente era Paul. Te susurro al oído ‘’Hola hermosa’’ tu no contestaste y el tomo tu mochila y te agarro fuertemente de tu mano y se fueron casi corriendo al carro para que no lo reconocieran, aunque iba a ser un poco difícil porque traia esos grandes lentes que le hacían lucir guapísimo.

-          Como te fue hermosa?- pregunto.

-          Muy bien Paul, y a ti?

-          Bien, aunque no pude dejar de pensar en ti- y te beso.

-          Ni yo- dijiste y te alejaste de el, viste las flores- como fue que me reconociste y no confundirte con alguien mas?- preguntaste.

-          Pues, nadie mas trae unas flores en la escuela y ese vestido, que por cierto que bonito color- rio y continuo- te hace ver hermosa y única.

-          Ah, ci-cierto, quien mas trae flores a la escuela- y reíste- y g-g-gracias, escogi este vestido porque sabia que te iba a gustar- dijiste sin verlo.

-          Eres perfecta- dijo sonriendo.

Te fue a dejar a tu casa y en el te dijo que en la noche iban a ir a divertirse, que pasaría por ti a las 8:00 de la noche y que no fueras tan formal, ya que no iba a ser algo muy elegante. Lo invitaste a ver si se quería quedar a comer en tu casa y el por supuesto que acepto, pero no quería que tu prepararas nada asi que en lo que tu ibas al baño sin que el te dijera nada, pidió una pizza. Comieron en la sala, los dos viéndose frente a frente, el te daba a morder de su pizza y tu también, era divertido, en una ocasión le lanzaste un pedazo de pizza en su boca y normalmente si las cachaba, pero esta vez no y comenzaron a reir sin parar.