Te quedaste inmóvil ante tal radiante y enorme sonrisa, sonreíste ampliamente tu también y el solo se levanto y te abrazo con muchísima fuerza. Comenzaste a respirar rápidamente porque no aguantabas la emoción, la felicidad, las ansias. Paul comenzó a besar tu cuello y tu no lo soltabas, lo abrazabas muy fuerte.
Se fue dirigiendo hacia tu boca, pero antes se vieron profundamente por un largo tiempo a los ojos y Paul te comenzó a besar dulcemente, muy suave y lindo, y tu, solo te dejabas llevar por sus labios.
- Te extrañe como no tienes una idea- dijo Paul.
- Yo también- dijiste quejándote un poco.
Se vieron y comenzaron a reir, te recargaste en su pecho mientras reian, tenían ambas manos entrelazadas y sentías la respiración de Paul en tu cuello.
- Y… no te preocupes por Nicole, ella esta bien, solo se lo pedi para que fuera una pequeña y simple sorpresa- dijo sonriendo.
- Si, esta bien Paul, no te preocupes.- dijiste feliz.
Despues de un rato de estar ahí solo parados en la misma posición, se sentaron, tu te recargaste en Paul y platicaron absolutamente todo lo que hicieron con todos los detalles posibles hasta que se hizo de noches, nunca se cansaron de hablar.
Paul fue a dejarte a tu casa y se despidió brevemente pues estaba muy cansado, y claro que tu entendiste. Esa noche dormiste mejor que todos estos últimos días.
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