Capitulo 98.

-       Paul!- gritaste.

-       Que pasó?- respondió Paul acercándose a las escaleras.

-       Oh, nada, es que no recordaba si había puesto la llave y me preocupé pensando que tal vez te habías quedado afuera- dijiste mientras le insinuabas con la mirada que subiera.

-       Oh- rió- no, no me encerraste- rió y comenzó a subir las escaleras.

Te fuiste a tu cuarto y tomaste tu cepillo, Paul tocó la puerta.

-       Puedo pasar señorita?- dijo con un tono bromista.

-       Claro que si- le seguiste el juego y ambos rieron.

Paul se acercó a ti.

-       Que hermosísima te ves- te susurró al oído.

-       Eh…- suspiraste- gracias- apenas se escuchó.

Se alejaron uno del otro y te sentaste en un sillón frente a tu ventana. Paul se quedo recargado en la puerta de tu armario observándote. Se veian intensamente, con mucho amor. Tu no soportabas tener semejante tentación delante de ti, pero aguantaste. Paul no resistió y se acercó a ti, tu te levantaste en seguida y apenas rosaron sus labios y besó tu cuello, tu solo acariciaste su cabello.

Te alejaste de él para ponerte una diadema, tomaste tu abrigo y te dirigiste a Paul de nuevo.

-       Ya- le avisaste.

Paul solo sonrio y beso tu mano.

-       Olvidas tu ropa de… recuerdas?- dijo y te acordaste de lo que habían acordado en el auto.