Paul solto tu mano y abrazó a la señora mientras ella le dijo algo que tu no pudiste escuchar, Paul le contesto con una gracias y una de sus hermosas sonrisas. La señora se acerco a ti y tomo tus manos.
- Eres muy linda!- dijo sonriendo.
- Ay gracias- dijiste apenada, pero sonriendo.
- Bueno, y… ya desayunaron?- dijo Paul.
- No! Llegaron justo a tiempo mis amores- dijo amablemente la señora dirigiéndose a la cocina.- los llamo cuando ya puedan venir- grito la señora desde la cocina.
- De acuerdo- grito Paul con una mano en el bolsillo.
Voltearon ambos a la sala y el padre de Paul ya no estaba, asi que se fueron a la chimenea a ver las fotos que estaban por ahí. Paul comenzó a contarte la historia de cada foto y tu en vez de ver la foto, veias a Paul. En ocasiones reian y en otras, solo guardabas silencio y lo escuchabas.
De pronto Paul se acercó mucho a ti y comenzó a hablar en voz baja…
- Perdóname hermosa- dijo
- De que?- dijiste fingiendo que no sabias.
- Pues de no avisarte, pero pensé que era el momento de que pasara- dijo
- Ah si, no importa… -
- Ya era hora…- dijo Paul sonriéndote.
- Eh… si.- dijiste.
- Y no estas feliz?- dijo con una enorme sonrisa agitándote de los brazos.
- Eh… de que?- preguntaste.
- Pues de que mi padre esta conforme!- dijo feliz.
- Ah, claro. Si!- dijiste pues eso ya lo habías pensado antes.
- Ya no tengo ninguna preocupación ahora!- dijo relajado bajando sus manos por tus brazos para llegar a tus manos.
- Lo se- dijiste cuando Paul iba a tomar tus manos, pero las quitaste y lo volteaste a ver.
- Que?- dijo asustado.
- Pues- suspiraste- yo…- tomaste las manos de Paul- yo ni le he dicho a mi mamá- dijiste preocupada.
- Será difícil?- pregunto Paul buscando tu mirada.
- Pues, mi madre es muy liberal, pero jamás hemos tenido buena comunicación, sobre todo desde que nació mi hermana- dijiste viendo al piso.
- No te preocupes, todo sladra con naturalidad…- trató de calmarte.
- Pues, si, tienes razón Paul- dijiste ya volteándolo a ver y sentiste de nuevo lo que ibas sintiendo en el choche.
Aparentemente Paul sintió lo mismo pues ambos sonrieron apenados y sus manos sudaban.
- Dame un beso- pidió Paul como un niño pequeño.
Tu te sonrojaste y sentiste mariposas en tu estómago. Reiste y te acercaste a él, besaste en frente de su oreja. Ambos rieron y te abrazo muy suavemente.
- Te quiero mucho- dijo Paul en un tono de voz muy lindo.
- Yo también Paul- dijiste con el mismo tono de voz.
Se voltearon a ver y sonrieron, tu te sonrojaste de inmediatamente. Veías sus grandes ojos cuando escucharon como la señora los llamó. Fueron a la cocina tomados de la mano y Paul jaló la silla hacia atrás para que tu te sentaras. Ya todo estaba servido entonces fue muy rápido.
- Y p…- hizó una pausa, iba a decir papá- James?- pregunto Paul a la señora.
- Ah, el ya comió desde que se levantó querido- dijo la señora acomodando algo.
- Ah- dijo Paul desilusionado.
La señora y Paul comenzaron a hablar de todo lo que ha pasado con la familia de Paul, también hablaron de lo que hicieron ayer. Tambien Paul hablo mucho de ti, contaba cosas que han hecho, como se conocieron, cuanto tiempo llevan juntos, cosas asi.
Terminaron y Paul seguía charlando con la señora, hasta que escucharon como el padre de Paul iba bajando las escaleras.
- Nos vemos Paul- gritó mientras abria la puerta.
Paul se alarmó y salió de la cocina de inmediatamente, alcanzaste a ver cómo Paul salió de la casa junto con su padre. Tu te levantaste y dejaste todos los platos en el fregadero.
- Le ayudo a lavar los platos- le dijiste a la señora.
- Mejor ayudame a guardar esto linda- dijo.
La volteaste a ver.
- De acuerdo, aunque seria buena idea que lavara los platos, no tengo idea donde van las cosas- dijiste riendo.
- Tienes toda la razón cariño- dijo con una gran sonrisa en la boca.
